Artículo en El Comercio.
Eduardo Campos nos recibe en su oficina horas después de que el Gobierno decidiera cambiar tres ministros. En su primera entrevista desde que asumió el cargo de presidente ejecutivo de APOYO Consultoría, comenta con El Comercio la coyuntura política y las proyecciones económicas. Esta entrevista incluye preguntas actualizadas al viernes 16 de mayo.
¿Qué opinión le merece el cambio de ministros realizado esta tarde (martes 13 de mayo)?
Bueno, esto ha sido antes de lo que puede ser el cambio de todo el gabinete. Por un lado, veíamos a un Salardi con ganas de destrabar, promover inversión privada y de hacer más eficiente la inversión pública. Era el mensaje que uno quería escuchar, pero todo esto se da en un entorno político (complejo) con una economía que en el primer trimestre estuvo bien, creciendo algo por debajo de 4% con buenos indicadores de empleo y de consumo; algunos indicadores de consumo vinculados al agro venían muy bien también. El sector privado venía respondiendo bien y mostrando expectativas de crecimiento. Teníamos un primer trimestre -entre comillas- decente y un entorno político medio complejo, pero con un ministro que quería hacer más cosas. ¿Qué puede pasar? Vamos a esperar un poco.
¿Se percibe como un error el cambio en el MEF?
Salardi demostró una mayor apertura al sector privado y esfuerzos importantes para impulsar la inversión a través de sus políticas de shock desregulatorio. Esperemos que Pérez-Reyes continúe en esa línea. Varias empresas estaban optimistas sobre el avance de sus proyectos luego de conversaciones con el MEF. Espero que no vuelvan a foja cero todos estos avances. Algo que creo que se pondrá en pausa son los intentos por continuar con la ANIN. Ya había mucha resistencia al interior del Gabinete […] Salardi se veía como alguien bueno comparado con los ministros anteriores, pero hay que ver las cosas de manera relativa. En estos últimos gobiernos de Castillo y de Dina Boluarte, y estando a un año antes de elecciones, ver a un ministro que estaba preocupado por el gasto, por la desregulación y por la inversión privada realmente era algo que queríamos escuchar. Su salida obviamente puede generar algo de preocupación. «Diario El Comercio. Todos los derechos reservados.»
El nuevo titular del MEF, el señor Raúl Pérez- Reyes, es una persona que sabe de gestión pública. Viene de gestionar el ministerio con mayor presupuesto para obras.
Sabe gestión pública y ha estado también en ministerios importantes. Claro, no es tampoco un salto totalmente al otro lado de la vereda. Es importante saber cuánto va a promover o cuánto espacio le van a dar para hacer cosas. Hay un Congreso que le pone ciertas restricciones y también un gabinete que le pone restricciones. Los ministros de Economía en los últimos años han estado muy solos. Entonces, ¿cuánto es lo que pueden imponer? ¿Cuánto es lo que pueden cambiar? También es muy difícil todo el tema de exoneraciones.
Hubo muchas críticas a la tarifa cero de Impuesto a la Renta en Chancay.
En general, hay distintas discusiones sobre las cosas que se pueden hacer o no se deben hacer. Podemos discutir el régimen tributario del agro, por ejemplo. Pero ¿qué rol puede tener un ministro de Economía en los últimos años? Hay que mirar lo que cada uno ha podido hacer y lo que cada uno ha podido evitar. Son ministros que han estado solos, lamentablemente.
¿La soledad del señor Salardi se demuestra con su salida?
Es una pregunta difícil. Creo que había tratado de hacer cosas y el Congreso había mostrado ciertas restricciones. Creo que eso puede ser parte de su salida. Ya se conocerá un poco más de esta después.
Respecto al sector Interior, es una cartera que ha tenido mucha rotación.
Definitivamente, lo que está detrás es que no hay política o visión sobre qué cosa es lo que queremos hacer y cómo enfrentar el problema. Al final del día también de repente es eso: si no quieres lidiar con el tema, te tapas los ojos. El tema de minería ilegal y de la inseguridad cada vez está creciendo más, llegando a puntos en los que, si no hacemos algo pronto, va a ser incontrolable.
La alta rotación no sirve.
Cuántos ministros del Interior hemos tenido en los últimos años sin un plan concreto. ¿Cómo lidiar con las economías ilegales? ¿Cómo lidiar con la inseguridad? ¿Cómo lidiar con los temas de sicariato? Lamentablemente también desde el punto de vista de la población hemos normalizado muchas cosas.
¿No hay plan de seguridad?
No he escuchado o leído sobre él. Según cifras de APOYO Consultoría, este año se podrían exportar 60 toneladas de oro ilegal con un valor de más de US$6 mil millones. Es difícil pensar que uno no sabe cómo identificar todas las patas de este engranaje, toda la cadena productiva. En ese punto, uno piensa que el tema de la inteligencia policial es débil.
¿Es una solución llevar a los militares a Pataz?
El estado de emergencia está hace tiempo sin resultados. Es necesario llegar a los militares a Pataz, pero no suficiente. Tiene que haber más inteligencia. Es difícil creer que toda la ruta -desde la extracción hasta la exportación- sea difícil de seguir. No sé qué tan complejo puede ser sacar a los militares a áreas tan extensivas. Pueden estar trabajando en el área subterránea…
El problema es subterráneo.
Están trabajando en el área subterránea. Son áreas tan grandes que la verdad que no sé cómo se puede controlar eso. Si ves toda la cadena productiva, la producción tiene que salir por alguna carretera.
¿No es un problema de fuerza sino de inteligencia?
Creo que sí. Es mucho de inteligencia.
El MTC también cambió de titular. El nuevo ministro, el señor César Sandoval, tiene un vínculo estrecho con APP, y así también, con la minería ilegal. ¿Preocupa su perfil en un ministerio como este?
Sí, preocupa muchísimo. El reparto de cuotas políticas continúa sin valorar la meritocracia ni las credenciales técnicas. Sandoval no tiene ningún tipo de experiencia que nos haga pensar que será un buen ministro de Transportes y Comunicaciones. Un ministerio que acumula casi un tercio de la inversión pública del gobierno nacional tendrá mucha discrecionalidad y exposición a la corrupción.
¿Cuál es el mayor reto que enfrentará el señor Arana al frente de la presidencia del Consejo de Ministros? ¿Es oportuna su designación?
Más que oportuna es obligada ante una censura inminente del (ex) primer ministro Adrianzén. Arana es alguien muy cercano a la presidenta, ya se sabía sobre su gran influencia sobre el Gabinete. Inclusive Otárola lo bautizó como el “premier en las sombras” luego de su caída.
Lo inmediato será conseguir la aprobación del voto de confianza ante el Congreso. Después, ojalá pueda dar continuidad a las pocas políticas medianamente bien encaminadas, como las iniciativas de shock desregulatorio y el impulso a la inversión privada. Iniciativas que no se mencionan hace tiempo. Otro problema crítico es la inseguridad y el crecimiento de economías ilegales, en especial, la minería ilegal. Tenemos que reconocer también que es bien difícil impulsar este tipo de agenda sin un apoyo importante del Congreso, donde el Gobierno tiene un limitado margen de acción. Difícil que eso cambie.
El ministro Salardi había comentado que el crecimiento podía llegar a 4%, pero se redujo oficialmente la proyección a 3,5%. ¿Es posible llegar a esta cifra?
El primer trimestre ha sido bueno con un avance de 3,6%. El segundo trimestre venía bien también. Al gasto público y a la inversión pública quizá no les fue tan bien en el segundo trimestre. Estamos apostando que el crecimiento en el segundo trimestre va a estar más cerca al 3% y eso es lo que nos da también algo de caída para el resto de los trimestres. Estamos más cercanos al 3% como proyección anual. Tenemos algunos días del cierre de Antamina y el cierre en Pataz, que algo nos afectará.
¿Y el tema arancelario global?
El tema arancelario va a ser bien puntual. Los márgenes de las compañías en el sector agro se verán afectados. Probablemente sea muy difícil que puedan trasladar el arancel del 10% al consumidor final y eso va a implicar que el margen de las compañías disminuya, pero la producción no va a disminuir. A los textileros algo también les va a afectar, pero la producción este año no debería tener un impacto. Debiera ser un impacto muy marginal para la economía peruana.
¿Hay un sobre optimismo en el MEF con esta proyección?
El segundo trimestre va a ser importante. Estamos mayo y ahora hay que ver cómo este entorno político nos termina de afectar. El segundo trimestre sería similar al primer trimestre, pero podríamos esperar un poco más de 3%.
¿Es la proyección del MEF de 3,5% muy optimista?
Nuestra proyección puntual es 2,8%.
Y en términos de déficit, ¿es posible llegar a la meta este año?
Estamos apuntando a un déficit este año del 2,5% del PBI.
Es decir, no se llega a la meta de 2,2%.
Hay un impacto de una economía que ha crecido más o crece más. Hay un impacto también en la regularización de Impuesto a la Renta por el precio de los minerales, que han sido más altos. El déficit este año debería ser menor al del año pasado, pero ya sabemos eso de alguna manera hasta por la composición del gasto. Mucho gasto corriente, poco gasto de inversión y hay empresas públicas que están en rojo y siempre nos dicen que ya pronto estarán en azul, como Petro-Perú. El déficit del 2024 fue equivalente a 3,5% del PBI. Para el 2025 y el 2026 esperamos algo cercano al 2,7% del PBI. Es decir, ya son varios los años sin cumplir las metas fiscales. La mejora este año es por la mejor recaudación debido a los mejores resultados de las empresas y por operaciones puntuales vinculadas a las regularizaciones de Impuesto a la Renta a las ganancias de capital originadas por la venta de compañías. Estas operaciones no necesariamente estarán el siguiente año. Lo que más preocupa es que no se dan indicios de mejora de gasto y/o de mejoras en los resultados de empresas públicas. Más bien hay intenciones de incrementar los gastos. Sobre esto último, a manera de ejemplo, está la pretendida compra de armamento y el financiamiento aprobado autorizando al Banco de la Nación a financiar las compras al Ministerio de Defensa. Es una locura destinar estos recursos. Ojalá no ocurra. No está en el Presupuesto de este año y ojalá no aparezca en el Presupuesto del 2026. Espero que no dejen este “regalo” al próximo gobierno. Por otro lado, ‘el performance’ de las empresas públicas no es el mejor. Felizmente estos resultados en las cuentas del sector público no están afectando nuestra clasificación de riesgo. Comparativamente estamos mejor que otros países vecinos.
Petro-Perú pareciera no tener una solución en el corto plazo.
Petro-Perú tiene una participación de mercado de 25%. Perdió participación.
Antes superaba el 50%.
El mercado funcionó. Desde el momento que dejó de importar y refinar, el sector privado tomó ese espacio. Entonces, ¿qué empresa estratégica tenemos? Si un privado pudo reemplazar a la estatal en el tiempo, retomar esa participación que perdió no va a ser fácil, tiene que ser agresivo desde el punto de vista comercial. Este año leía que ya había resuelto sus problemas operativos, que la verdad que no me consta, pero el año pasado perdió plata y sigue perdiendo plata.
El MEF fue muy contundente en la gestión Salardi respecto a que no se iba dar un sol a Petro-Perú.
Está capitalizando deudas. Lo que te dice gente experta del sector es que estará al día cuando la refinería empiece a operar bien. Es una compañía que podría generar un resultado del orden de los US$700 – US$800 millones. Va a tardar en llegar a su mejor punto operativo, es una compañía que está en problemas, debe más de US$5 mil millones y tiene un patrimonio negativo.
¿Habría que volver a la idea de que un privado entre a gestionar la empresa?
Hay varias cosas. Si uno comienza a segmentar los negocios de Petro-Perú, ve un oleoducto norperuano que tiene muchos problemas. Hay años en los que ha costado US$100 millones y realmente pasa por ahí poco o nada. Además, es una locura que Petro-Perú invierta en exploración.
No tiene músculo.
No tiene y tampoco recursos. Entonces, tienes que salirte de exploración y el oleoducto entregárselo a alguien. La empresa tampoco tiene estaciones de servicios propias. Todo lo que es la parte de distribución y de terminales lo podrías ceder, con lo cual te quedas con la refinería pura. Pero la refinería pura no se puede sostener. Si alguien te gira un cheque, ¿cuánto vale esa compañía? Probablemente tendrías que darle un cheque a alguien para que se la lleven.
El INEI publicó las últimas cifras de pobreza del 2024. Se ha reducido la pobreza en el Perú, pero una realidad que se consolida es que la pobreza se concentra en la zona urbana. El gobierno no la ataca de una manera específica. ¿Ve que esto pueda afectar la economía en el largo plazo?
Una economía que crece más o menos 3% va a tardar muchos años para revertir esos indicadores de pobreza. Cuando uno compara las cifras con los indicadores de pobreza del 2019, estamos por arriba. Han sido cinco años duros entre la pandemia, la crisis internacional, la salida de Castillo y los temas climáticos 2023. Para que esa pobreza disminuya, la economía tiene que crecer, pero 3% es insuficiente. Hay que regresar al 5%, por lo menos.
Hoy suena utópico, aunque como país nos va mejor que otros en la región.
Sí, pero 3% es insuficiente para los 33 millones de peruanos y el 27% de pobreza.
¿Pero es real pensar que con todo este ambiente político preelectoral podemos llegar a un 5%?
Sin inversión privada no la hacemos. Sin grandes proyectos y demás es muy difícil lograrlo. Nosotros hemos entrevistado a CEO de compañías en el Perú y creen que van a tener ingresos importantes, utilidades y han hecho CAPEX importantes también. Pero, es mucho el CAPEX de mantenimiento. Tienes que estar actualizado, tienes que modernizar, tienes que hacer eficiencias y por eso inviertes, pero las mega inversiones, los nuevos proyectos, son pocos.
¿Se ha visto atacada la inversión privada en los últimos años?
Castillo fue un poco el punto de quiebre, nos olvidamos de los grandes proyectos, de los megaproyectos.
En minería no hay ningún nuevo proyecto.
¿Has escuchado de un megaproyecto de US$ 5 mil millones en los últimos cinco años?
Yanacocha Sulfuros era poco más de US$2 mil millones y no vio la luz.
La sumatoria de proyectos mineros sí es importante, no es menor, pero no hay un solo proyecto minero de US$4 mil o US$5 mil millones.
La minería ilegal es un tema que frena el desarrollo del sector.
Los números son una locura. Se podrían llegar a las 60 toneladas de exportación de oro ilegal. Claro, no tienen el costo de un Yanacocha, pero imagina si esos US$10 mil millones estuvieran pagando impuestos. Es mucho dinero, ahí es cuando digo, ¿dónde está la inteligencia? «Diario El Comercio. Todos los derechos reservados.»