Deficiencies in the return to face-to-face classes put the recovery of learning at risk

Peru is one of the last countries in the region and in the world to restart face-to-face classes, which has resulted in heavy losses in the learning achievements of students, particularly the poorest sectors of the population, as well as deterioration of their social-emotional skills.​

Deficiencias en el regreso a clases presenciales ponen en riesgo la recuperación de aprendizajes.

Luego de dos años de clases virtuales, en marzo comenzó el proceso de retorno a las aulas para los niños y adolescentes a nivel nacional. A pesar de esta buena noticia, el Perú es uno de los últimos países de la región y del mundo en reiniciar las clases presenciales, lo que ha traído como consecuencia fuertes pérdidas en los logros de aprendizaje de los estudiantes, en particular de los sectores más pobres de la población, así como el deterioro de sus habilidades socioemocionales.

El retorno a clases no ha ocurrido de la mejor manera. Un informe de la Contraloría señala que un grupo importante de colegios no cuenta con las condiciones adecuadas para el inicio del año escolar -señalización, ambientes adaptados para aforos, estaciones de lavado de manos, entre otros-. Esto está en línea con que el mal estado de los colegios públicos para el retorno a clases es la segunda noticia que más le ha indignado a la población a inicios de marzo según una encuesta de Ipsos realizada por encargo de APOYO Consultoría.

Los problemas señalados presentan retos de política pública en dos frentes: la recuperación de aprendizajes y la mejora de la infraestructura educativa. Se necesita empezar con una evaluación diagnóstica que mida el estado actual de los niveles de aprendizaje y estudie las necesidades socioemocionales de los alumnos. Con los resultados de esta evaluación se podría elaborar planes pedagógicos y estimar los recursos adicionales que se necesitarán para cerrar las brechas de aprendizaje. En cuanto a infraestructura, la respuesta de política debiera tratar de utilizar mecanismos de ejecución que han tenido relativo éxito como los contratos de gobierno a gobierno y las obras por impuestos para mejorar rápidamente la infraestructura educativa. El regreso a clases no termina en marzo.

– Se necesita una política clara que guíe a profesores, alumnado y padres de familia en este retorno a la presencialidad, desarrollada con el soporte del Consejo Nacional de Educación. El retorno a clases después de dos años necesita de un proceso de adaptación de los alumnos tanto por sus condiciones desiguales de aprendizaje como por su pérdida de habilidades de relacionamiento social. Es necesario que se aplique una evaluación diagnóstica como política nacional que sirva como punto de inicio para trazar un plan para la recuperación de aprendizajes y para el fortalecimiento de habilidades socioemocionales de los alumnos. Se debería volver a convocar al Consejo Nacional de Educación, que reunía a expertos en educación, para establecer unos lineamientos docentes. Según la Contraloría, solo el 41% de colegios tenían un Plan Anual de Trabajo (PAT) que especifique actividades a realizar durante el año escolar.

– Hay un retraso en las obras de mantenimiento y acondicionamiento para iniciar el año escolar lo que se suma a un problema estructural en la calidad de infraestructura. En el Perú existen casi 55 mil colegios públicos, de los cuales el 60% carece por lo menos de un servicio básico. El 40% no tiene agua por lo que será complicado que cumplan con las condiciones de bioseguridad. Ello es particularmente grave en la sierra y selva del país. Como resultado del operativo “Buen Inicio del Año Escolar 2022” realizado por la Contraloría General de la República a cerca de 5 660 escuelas, se encontró que el 58% no tiene señales sobre el aforo o el correcto uso de mascarillas, el 38% no ha adecuado ambiente para cumplir el distanciamiento de 1 metro, el 22% no cuenta con estaciones de lavado de mano al ingreso de los colegios y 14% no tiene a todos los profesores con dos dosis.

– La ejecución presupuestal de proyectos de inversión pública en educación es bastante baja en todas las regiones. De los S/ 8,7 mil millones presupuestados en el 2021, sólo se ejecutó el 72%, quedando sin ejecutar S/ 2,5 mil millones. En particular, en Junín solo se ejecutó el 57% del presupuesto en educación, la menor tasa entre todas las regiones.

– Para mejorar la recuperación de la infraestructura educativa se debería ampliar el uso de los convenios de gobierno a gobierno (G2G) a más colegios a nivel nacional. Actualmente, solo se está utilizando en 149 colegios (74 bajo la Reconstrucción con Cambios y 75 bajo el Proyecto Especial de Inversión Pública Escuelas del Bicentenario a cargo del Minedu). Este esquema está demostrando que se puede desarrollar proyectos urgentes dentro de plazos establecidos y con altos estándares de calidad, por lo que sería útil en la coyuntura actual, priorizando aquellos colegios con infraestructura en peores condiciones.

– Flexibilizar medidas de seguridad según la realidad educativa de cada colegio. Si bien es deseable que todos los colegios cumplan con las medidas de bioseguridad, las medidas de aforos y de distanciamiento pueden implicar que varios alumnos sigan llevando clases híbridas. En este caso, se debería priorizar el cumplimiento de medidas básicas como lavado de manos, uso de mascarillas y adecuada ventilación en el aula, que han demostrado reducir los riesgos de contagio considerablemente y son menos restrictivas.

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