Reversing the general feeling of regression and pessimism in the population requires a change of course in the Government’s policies

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Tres de cada cuatro peruanos consideran que el Perú está retrocediendo, de acuerdo con la última encuesta realizada por Ipsos, por encargo de APOYO Consultoría. Esta percepción, la más pesimista desde que se tiene registro en 1990, se explica por una serie de factores negativos que han afectado fuertemente el crecimiento de la economía y la situación económica de los hogares, sobre todo de aquellos de más bajos ingresos. Revertir esta tendencia de deterioro –que viene acentuándose desde el inicio de la crisis política en el 2016– y fomentar que las familias y empresas en el Perú vuelvan a tener optimismo en el futuro del país es urgente y posible. Desde APOYO Consultoría resaltamos la necesidad de un cambio de rumbo en la política económica del Gobierno, priorizando la seguridad ciudadana, la provisión de servicios públicos, y la promoción de empleo de calidad.

De acuerdo con la encuesta realizada este mes por Ipsos, por encargo de APOYO Consultoría, el 75% de los peruanos considera que el país está retrocediendo. Esta sensación de retroceso es la más elevada desde 1990, por encima de otros momentos de crisis, como la pandemia, la crisis financiera de 2008, e incluso el periodo de ajuste posterior al choque económico implementado en el gobierno de Fujimori. Por su parte, solo tres de cada cien peruanos perciben que el Perú está progresando. Incluso, en el segmento socioeconómico E de ingresos más bajos –que representa el 30% de la población total y 10% de la población urbana– este último porcentaje es nulo (0%).

 

 

Esta escalada en el descontento de la población es el resultado de un deterioro sostenido sobre la situación económica del país y de los hogares. En los últimos ocho años la crisis política, el Fenómeno El Niño en el 2017, el fuerte golpe de la pandemia y la incapacidad del Gobierno para atender las demandas de la población, que se hizo aún más evidente durante el gobierno de Pedro Castillo, han impulsado este deterioro. Adicionalmente, en el último año, la recesión y la elevada inflación continuaron afectando negativamente la percepción de las familias.

En este contexto, el 67% de los encuestados calificó la situación económica actual del país como mala o muy mala. Además, casi la mitad sostuvo que su situación económica familiar ha empeorado en los últimos doce meses. Este deterioro ha sido más marcado fuera de Lima, en niveles socioeconómicos más bajos y para las personas de mayor edad.

 

Más aún, las expectativas de los peruanos sobre el futuro del país han dejado de mejorar. La falta de medidas oportunas y efectivas para reactivar la economía y mitigar el impacto negativo sobre los hogares está afectando la visión de futuro. Si bien el Gobierno ha anunciado paquetes de medidas en el último año en el marco de programas como Con Punche Perú y Emergencia FEN, estas no han logrado atender las principales preocupaciones de la población. De acuerdo con una encuesta realizada por Ipsos en octubre, los problemas que afectan más a los peruanos actualmente son la delincuencia, el aumento del costo de vida, la corrupción y la falta de trabajo y reactivación económica.

 

 

En ese sentido, hace falta una política clara y efectiva por parte del Gobierno para dirigir la lucha contra la delincuencia y la corrupción, y fomentar la contratación formal, por ejemplo. Por su parte, las medidas anunciadas enfocadas en mitigar el impacto de la inflación sobre los presupuestos familiares y reactivar el crecimiento económico han tenido una lenta implementación. De hecho, a la fecha solo se ha ejecutado cerca del 60% del presupuesto asignado al programa Con Punche Perú y 40% de Emergencia FEN.

Como consecuencia, el porcentaje que espera que la situación económica del país se deteriore en los próximos 12 meses aumentó de 38% a 44%. En contraste, el porcentaje que espera que mejore cayó marginalmente hasta 19%, luego de dos semestres de ligera mejora.

 

 

En opinión de APOYO Consultoría revertir esta alarmante situación de descontento y pesimismo generalizado es posible, pero requiere un cambio de rumbo en las políticas del Gobierno. Es fundamental poner al centro de la discusión las prioridades de la población: la lucha contra la inseguridad ciudadana, la provisión de servicios públicos esenciales, el fortalecimiento de la democracia y la promoción de la inversión generadora de empleo de calidad.

En los últimos meses, APOYO Consultoría ha propuesto medidas que podrían contribuir a alcanzar estos objetivos. Por ejemplo, se propuso actualizar los montos de transferencias sociales como Juntos por el aumento de la inflación y priorizar el gasto social focalizado para aliviar el deterioro de la situación familiar y retomar el rumbo en la reducción de la pobreza (ver Opinión AC). Además, se plantearon medidas para mejorar la ejecución de la inversión pública y el gasto productivo con la finalidad de recuperar el dinamismo de la economía (ver Opinión AC). Así también, se resaltó la importancia de dejar de aprobar medidas que desincentiven la creación de empleo formal y, por el contrario, la necesidad de flexibilizar la legislación laboral (ver Opinión AC). En un próximo documento se presentarán lineamientos, discutidos con expertos en la materia, para enfocar la lucha contra la escalada de actividades ilegales en el país, la principal preocupación de los peruanos actualmente.

Así, impulsar la reversión de esta tendencia de descontento y pesimismo es posible, pero requiere de un compromiso de las autoridades para aprobar medidas que generen un alivio real en la situación de los hogares, impulsen la reactivación económica y solucionen los problemas más urgentes en el entorno de las familias y empresas.

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