El precio de la luz y el Poder Judicial

Miguel Figallo, director de proyectos de la unidad de Consultoría Económica de APOYO Consultoría, analiza las consecuencias de la reciente sentencia de la Corte Suprema que podría generar que los precios de la energía aumenten.

Una reciente sentencia de la Corte Suprema podría generar que los precios de la energía aumenten. Según pretenden dar a entender algunas interpretaciones, dicha sentencia obligará a las empresas que generan energía utilizando gas, a que incluyan sus costos fijos en el proceso de determinación del precio de generación en el corto plazo. Al incluir más costos para solo un tipo de centrales, se puede excluir a empresas eficientes, aumentando así el precio de generación. En efecto, al ser costos fijos, no dependen del nivel de producción y no ayudan a diferenciar qué generadora es más eficiente en el corto plazo. Por ello, no extraña que, en el mercado de generación, tampoco se incluyen costos fijos de hidroeléctricas, RER u otras termoeléctricas.

Los efectos de esta interpretación errada de la sentencia se reflejarían en nuestros recibos de luz, aunque en dos momentos. En el corto plazo habrá un resultado positivo. Como el precio de generación se definió en contratos de varios años atrás, no se alteraría por la sentencia de manera inmediata. Sin embargo, en nuestro recibo se incluyen otros cargos, entre los que se encuentra uno llamado ‘prima RER’, que representa solo 6% de nuestro recibo. A mayor el precio de generación del mercado, menor la prima RER y menor el pago que debemos hacer.

Pero no se entusiasme. ¿Qué cree que pase cuando las generadoras renegocien el precio del contrato que tienen con quien les distribuye la energía? Estas empresas, producto de una regulación inadecuada, afrontarán un mayor precio en el corto plazo. Ello hará que el costo de oportunidad de firmar un nuevo contrato aumente y busquen un mayor precio en cada renegociación. Ello es relevante porque de este contrato depende alrededor del 50% del pago que hacemos. Además, hasta el 2024, se renegociará el 68% de la energía demandada por clientes regulados. Es decir, este efecto está a la vuelta de la esquina.

Concretamente, en un estudio realizado a principios del 2019, encontramos que, de incluirse los costos fijos en la determinación de precio de generación de las centrales térmicas a gas, se generará una pequeña reducción en nuestros recibos de manera inmediata (por la prima RER), pero un aumento neto de 2% a partir del 2024. Además, empresas y grandes usuarios también tendrán que pagar más por la energía utilizada, trasladando, en algunos casos, parte de ese costo al precio de sus productos. Claramente, un mal negocio para todos.

Lo que termina convirtiendo a esta historia en una tragicomedia es que sí existen alternativas que permitirían que los usuarios paguemos menos por nuestro recibo de luz. Se puede continuar con el esfuerzo de la Comisión de la Reforma del Sector Eléctrico, iniciar el camino hacia un esquema donde cada central declare libremente su costo (tal como sucede en la bolsa de valores), buscar introducir nuevas tecnologías que aumenten las eficiencias del sector y reducir sobrecargos adicionales que terminamos pagando los usuarios. ¿Por qué no empujamos todos en esa dirección?

* APOYO Consultoría es asesor económico-financiero de Kallpa

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